¿Dónde aplicar tu perfume para que dure más y te haga inolvidable?


Aplicarse perfume no es solo un gesto de belleza. Es un ritual. Una declaración silenciosa que dejamos flotando a nuestro paso. Pero para que ese hechizo dure… hay secretos que solo las verdaderas deidades conocen.

Hoy te comparto los míos. Porque sí, sos una leyenda en construcción, y tu fragancia, tu firma.

 


 

1. Puntos de pulso: donde late tu aroma.

Aplicá el perfume en las zonas donde el cuerpo irradia calor naturalmente:
– Detrás de las orejas
– En el cuello (costados y nuca)
– Muñecas
– Parte interna de los codos
– Atrás de las rodillas (sí, leíste bien)

El calor ayuda a que el perfume se difunda más lentamente y dure más. Es como si tu cuerpo contara una historia a lo largo del día.

 


 

2. No frotes. Acariciá.

Esa costumbre de frotarse las muñecas después de aplicar perfume… la cancelamos.
Eso rompe las moléculas del aroma y altera su estructura. Mejor: aplicá y dejá que la fragancia se asiente con suavidad, como un beso sin apuro.

 


 

 3. Cabello: el velo secreto.

Tu cabello retiene los aromas de forma mágica, pero ojo: los perfumes con alcohol pueden resecarlo. ¿La solución? Rocía un poco en tu peine o usá perfumes capilares específicos. Vas a dejar estela al caminar, sin esfuerzo.

 


 

4. Vestimenta y textiles.

Aplicar perfume directamente sobre la ropa puede ayudarte a fijarlo, pero no lo hagas con prendas delicadas o claras. En cambio, podés rociar ligeramente bufandas, pañuelos o el forro de tu abrigo.

 


 

5. Ritual de capas (layering).

¿Querés potenciar el aroma? Usá productos con notas similares: cremas, aceites o geles. Aplicá primero la hidratación, luego tu perfume. Esto no solo lo hace durar más… también lo transforma en algo tuyo y único.

 


 

 

Recordá: no se trata solo de oler bien. Se trata de dejar una marca, sin decir una palabra.

Porque una Diosa no pide atención… la merece.
_Persephume